Letra de Eleg�a Para Una Muchacha Roja - Inti-Illimani
Letra de canci�n de Eleg�a Para Una Muchacha Roja de Inti-Illimani lyrics
Naci� en un pueblo donde el sol
llueve su lluvia de hidromiel,
donde los trenes, desde el riel
manchan con humo el arrebol
y la naranja es un farol
que multiplica luz frutal
y en que la abeja colosal
trota los aires con pasi�n
para guardar en un caj�n
rubios misterios de cristal.
Fue un largo invierno su ni�ez,
hambre y distancias que borrar,
con los cuadernos de escolar
y las heridas en los pies,
peregrinar de cuando en vez,
m�s y m�s lejos del hogar,
sin un madero que quemar,
sin una mano que coger,
sin una luz que defender
pero una llaga que cerrar.
As� creci� la compa�era,
�spera llama combativa,
siempre golpeada y ofendida
por una r�faga de cera,
la compa�era.
Se la trag� la gran ciudad
con tanta ropa que lavar,
con tanta le�a que cortar,
con tanta gris necesidad.
Hizo trabajo de verdad:
sirvi� en la mesa del gandul,
cosi� en un siglo un traje azul,
estuvo un d�a sin bordar
y guard� el tiempo de so�ar
https://www.coveralia.com/letras/elegia-para-una-muchacha-roja-inti-illimani.php
en lo m�s hondo del ba�l.
Entonces vio la compa�era
que hab�a un mundo que cambiar;
que era preciso batallar
en busca de la primavera
y con revuelta cabellera
y con dos manos desgarradas
se confundi� en la marejada
que destrozaba los cimientos
del viejo mundo descontento,
para hacer limpia la alborada.
As� luch� la compa�era,
�spera llama combativa,
siempre golpeada y ofendida
por una r�faga de cera,
la compa�era.
Con mano roja desplom�
piedra por piedra la pared,
fue interminable como red,
fue una bandera que flame�,
fue una leona que luch�,
fue cama dulce y fue pa�uelo,
fue vigilante en el desvelo,
fue brazo y trueno combatiente,
hasta que un tiro simplemente,
cubri� su coraz�n con hielo.
As� cay� la compa�era,
condecorada por su herida,
la m�s hermosa, la elegida
bajo la piel de las banderas,
la compa�era.
llueve su lluvia de hidromiel,
donde los trenes, desde el riel
manchan con humo el arrebol
y la naranja es un farol
que multiplica luz frutal
y en que la abeja colosal
trota los aires con pasi�n
para guardar en un caj�n
rubios misterios de cristal.
Fue un largo invierno su ni�ez,
hambre y distancias que borrar,
con los cuadernos de escolar
y las heridas en los pies,
peregrinar de cuando en vez,
m�s y m�s lejos del hogar,
sin un madero que quemar,
sin una mano que coger,
sin una luz que defender
pero una llaga que cerrar.
As� creci� la compa�era,
�spera llama combativa,
siempre golpeada y ofendida
por una r�faga de cera,
la compa�era.
Se la trag� la gran ciudad
con tanta ropa que lavar,
con tanta le�a que cortar,
con tanta gris necesidad.
Hizo trabajo de verdad:
sirvi� en la mesa del gandul,
cosi� en un siglo un traje azul,
estuvo un d�a sin bordar
y guard� el tiempo de so�ar
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en lo m�s hondo del ba�l.
Entonces vio la compa�era
que hab�a un mundo que cambiar;
que era preciso batallar
en busca de la primavera
y con revuelta cabellera
y con dos manos desgarradas
se confundi� en la marejada
que destrozaba los cimientos
del viejo mundo descontento,
para hacer limpia la alborada.
As� luch� la compa�era,
�spera llama combativa,
siempre golpeada y ofendida
por una r�faga de cera,
la compa�era.
Con mano roja desplom�
piedra por piedra la pared,
fue interminable como red,
fue una bandera que flame�,
fue una leona que luch�,
fue cama dulce y fue pa�uelo,
fue vigilante en el desvelo,
fue brazo y trueno combatiente,
hasta que un tiro simplemente,
cubri� su coraz�n con hielo.
As� cay� la compa�era,
condecorada por su herida,
la m�s hermosa, la elegida
bajo la piel de las banderas,
la compa�era.