Letra de M�sico De Guardia - Quique Gonzalez
Letra de canci�n de M�sico De Guardia de Quique Gonzalez lyrics
Esperare impaciente la llegada de otro tren
cargado de palabras hacia media noche,
y esta vez, con la atenci�n de un centinela
por primera vez, tengo una patria, tengo una bandera.
Quem� todas mis naves justo cuando iba a partir,
vend� las pieles de los osos que jam�s cac�,
y ahora abr�game, no con la lealtad de un mercenario,
An�nciate, yo solicito tus servicios a diario.
Vivo en un escenario del tama�o de dos lunas,
voy cuesta abajo por tu cuerpo y ya no tengo cura.
Soy m�sico de guardia desde la cuna a la tumba,
https://www.coveralia.com/letras/musico-de-guardia-quique-gonzalez.php
plantado como una farola al norte, al norte de mis dudas
Prefiero la seguridad que da lo incierto
saber que el tiempo no ser� jamas mi amigo,
y no me f�o de los que a pecho descubierto me vacilan
con una lista de consejos aprendidos.
Me har� socio del viento, y digo yo que me ir� bien,
es m�s sincero cuando no hay contrato que firmar.
Y all� te espero, en el momento en que la pluma conoce al papel
en el instante en que mis frases me desnudan.
cargado de palabras hacia media noche,
y esta vez, con la atenci�n de un centinela
por primera vez, tengo una patria, tengo una bandera.
Quem� todas mis naves justo cuando iba a partir,
vend� las pieles de los osos que jam�s cac�,
y ahora abr�game, no con la lealtad de un mercenario,
An�nciate, yo solicito tus servicios a diario.
Vivo en un escenario del tama�o de dos lunas,
voy cuesta abajo por tu cuerpo y ya no tengo cura.
Soy m�sico de guardia desde la cuna a la tumba,
https://www.coveralia.com/letras/musico-de-guardia-quique-gonzalez.php
plantado como una farola al norte, al norte de mis dudas
Prefiero la seguridad que da lo incierto
saber que el tiempo no ser� jamas mi amigo,
y no me f�o de los que a pecho descubierto me vacilan
con una lista de consejos aprendidos.
Me har� socio del viento, y digo yo que me ir� bien,
es m�s sincero cuando no hay contrato que firmar.
Y all� te espero, en el momento en que la pluma conoce al papel
en el instante en que mis frases me desnudan.